HISTORIA DE LA CASA SÁMANO DESPUÉS DE 1857 En cuanto a la historia posterior de la casa no podemos sino conjeturarla antes de 1857, pues no se encuentran escrituras, testamentos o algún otro documento que nos permita establecer quien era el dueño del inmueble y por lo tanto difícilmente su uso y sus modificaciones. Sámano estuvo en ella hasta el 9 de Agosto de 1819, año en el que, como sabemos, abandona Santa Fe a causa del triunfo de Bolívar en la batalla de Boyacá, es lógico pensar que tendría la casa en arriendo y que por lo tanto el dueño la pondría en venta o la arrendaría de nuevo, de manera que de los 37 años de los que no tenemos noticia podemos asumir que seguiría siendo usada con fines residenciales y no sería modificada, no significativamente al menos, por algunos años. Los primeros dueños registrados, en 1857, son las señoras Mercedes Silva quien permuta la casa y Benita Navarro quién hereda su parte, el que la propiedad de la casa este compartida por dos personas sin relación aparente tal vez indique que esta estaba siendo usada para uno o varios locales comerciales, posteriormente encontraremos una alusión a cinco tiendas en el primer piso, por lo cual es bastante probable esta hipótesis, a su vez el que la señora Navarro la haya heredado de su padre nos permite suponer también que la casa llevaba varios años siendo utilizada con este fin. Los locales estarían ubicados en el área de las caballerizas, que son cinco precisamente, el resto o una parte de la casa tal vez sería usada como bodega, de ser así probablemente serían las habitaciones ubicadas en los costados del patio que da a las caballerizas ya que se comunica fácilmente con estas, tal vez el resto de la casa siguiera siendo una residencia. Las modificaciones en este período pudieron ser la apertura de puertas en muros cerrados o similares que facilitaran el funcionamiento de locales o la construcción de muros que aislaran la parte comercial de la parte residencial si lo que imaginamos es correcto. El siguiente paso es la compra que hace el señor Tomás Campuzano en el año 1859, quien la vende a su vez a tres señoras, María Ignacia, Ana María y María Josefa Tovar. La señora Maria Ignacia Tovar compra luego la parte de las otras dos señoras Tovar en el año 1865. Lo más probable es que siguiera siendo usada para los fines comerciales que conjeturamos para luego ser residencial de nuevo una vez la compra el señor Raimundo Santamaría, luego la hereda su hija Soledad Santamaría en el año 1891, posteriormente la heredará su hijo Fernán Ordóñez en 1914, quien la venderá a quienes seguramente son parientes suyos, Ricardo e Isabel Santamaría Ordóñez, en 1939. A partir de este punto la propiedad pasaría a manos de miembros de la familia Santamaría Ordóñez a través de sucesiones, ventas de derechos y otros hasta el año 1964 en que la compra Germán García Ferro, quien la deja a sus descendientes en el año1979, probablemente habrá habitado la casa durante ese tiempo, al año siguiente los propietarios la venden a Luis Raúl Rodríguez Lamus Ltda. Y Cia. S en C., a través de una hipoteca pasa en 1981 a Inversiones San Diego S.A quienes adquieren del todo la propiedad en 1988, probablemente pasaría nueve años abandonada hasta que la Corporación La Candelaria la compra en 1990. Los sistemas constructivos utilizados, son las técnicas conocidas de bases ciclópeas con piedras canto rodado y pegadas con mortero de tierra y cal, muros de carga en adobe de tierra, con estructura de entrepiso en madera con acabado en tabla, estructura de cubierta en madera rolliza, de par y nudillo, con tirantes de madera a escuadría, la techumbre armada sobre entramado de varas de chusque y mortero de tierra y pega de tierra para apoyar la teja de barro cocida. Durante las obras de restauración, no se hallaron joyas ni monedas de oro. Sin embargo, uno de los obreros encontró un pequeño papel blanco que, al contacto con el sudor de las manos y el aire, se fue poniendo amarillo y reveló su contenido. El papel decía: «Lista de ropa que se va a lavar: camisas, 12; chupas, 10; medias, 12; calzones, 12». El documento data de 1798.