Se levanta en el reborde meridional del Valle Amblés, con un amplio dominio visual de la ciudad y del valle, de la que es patrona.
La historia del templo se conoce a partir de 1480, cuando la viuda de Núñez Arnalte, tesorero de los Reyes Católicos, asume los gastos de la que debió ser reconstrucción de un templo anterior. Ante la creciente devoción, la iglesia hubo de ser ampliada ya a finales del S.XVI, sustituyendo la nave única por las tres actuales, separadas por tres grandes arcadas de granito. A partir de los capiteles, la fábrica edilicia queda oculta por yeserías barrocas que cubren bóvedas y techumbres. De principios del S.XVI sería la gran arcada que se alza entre el templo y la casa del santero rematada por una espadaña con triple vano para el cuerpo de campanas.
Posteriormente se fueron ampliando volúmenes, es el caso del que fuera Hospital, y anexionando otros: sacristía, sala de exvotos o camarín de la Virgen.